La utilización de bebés reborn en los entornos de atención a demencias es reciente. Son varios los estudios que avalan el efecto positivo, reduciendo los comportamientos erráticos de los residentes, estando más calmados y mejorando a su vez la comunicación y el habla al interactuar con el muñeco.
Hoy hemos trabajado con un grupo reducido de residentes con demencia, recordando nanas y canciones de la infancia. La paz que se respira cuando juegan y cuidan a sus muñecos es especial.